Una nueva demanda civil que alega un pago insuficiente de aranceles de importación ilustra el compromiso de los funcionarios federales de priorizar el comercio internacional en sus esfuerzos por aplicar la Ley Contra Reclamaciones Falsas (“False Claims Act”, o FCA).
En virtud de la FCA, los importadores son civilmente responsables por (1) elaborar, usar o provocar la elaboración o el uso, a sabiendas, de un registro falso o una declaración falsa que constituyan una obligación de pago o transferencia de dinero (como por ejemplo aranceles de importación) o bienes al gobierno de EEUU, o (2) ocultar, eludir o reducir, a sabiendas e indebidamente, una obligación de pago o transferencia de dinero o bienes al gobierno de EEUU. Se pueden imponer daños y perjuicios de hasta tres veces la cantidad retenida indebidamente, así como otras sanciones. Las disposiciones qui tam de la FCA permiten a un particular interponer una demanda en nombre de EEUU y recibir una parte de la indemnización.
El Departamento de Justicia de EEUU anunció el pasado 18 de abril la presentación de una demanda civil contra una empresa, sus propietarios, y empresas extranjeras operadas y controladas por estos, alegando que, a sabiendas e indebidamente, pagaron menos aranceles al infravalorar las mercancías importadas adquiridas a proveedores extranjeros. Entre otras cosas, la demanda alega que los demandados utilizaron un esquema de doble facturación que incluía resúmenes de entrada falsos presentados a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU (CBP). El Departamento de Justicia sostiene además que los demandados continuaron pagando menos aranceles aduaneros incluso después de que un auditor externo les informara de los riesgos asociados con el pago insuficiente de aranceles y les recomendara que verificaran los cálculos de los aranceles subyacentes a los precios acordados con sus proveedores extranjeros.
Michael Granston, fiscal general adjunto de la División de Litigios Comerciales del Departamento de Justicia, declaró a principios de este año que bajo la administración Trump las prácticas ilegales de comercio internacional seguirán siendo un foco de atención para la aplicación de la FCA. Entre estas prácticas, destacan los intentos de evadir la creciente lista de aranceles impuestos a una amplia gama de importaciones. Entre las áreas de especial preocupación se incluyen la subvaluación, la clasificación errónea y las declaraciones falsas del país de origen.
Por lo tanto, los importadores estadounidenses deben asegurarse de contar con sólidas medidas de cumplimiento comercial y aduanero para resistir un mayor escrutinio federal y evitar los costos financieros y reputacionales que podrían derivar de las infracciones. Realizar una revisión interna de cumplimiento no solo puede ayudar a identificar posibles vulnerabilidades e impulsar la mejora de los procesos y procedimientos sino que también puede revelar oportunidades para reducir los aranceles y otros costos.
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